miércoles, 2 de diciembre de 2009

Opinión III

No me mires mal por querer expresar mi idea. O hacedlo si con eso os sentís realizados, no me importa en realidad. Pero tened en cuenta que no me voy a callar, que no pienso agachar la cabeza. ¿Creéis qué podría soportarme a mí mismo si no lucho por mis ideas? Si es así, creéis mal.

Y eso quiero defender aquí, la posibilidad de plantar cara ante la obligación de guardar silencio por miedo a perturbar al que tiene el poder. Si tu opinión es diferente no lo dudes y no permitas que te cierren la boca. Hacer lo contrario, el acto de callar, no es más que preparar el camino hacia nuestro fin cultural.

Si tan solo piensas que no puedes permitir que te hagan callar, no haces absolutamente nada por defenderte. Pensar y no hablar, y no levantarse contra la opresión es lo mismo que aceptar la situación, es prácticamente lo mismo que apoyarla, y yo no pienso colaborar.

Al parecer todo ha cambiado

Y, debemos admitir,

Que pensar ya no es existir

Hoy día todos piensan

Mas todos callan,

Todos algo creen

Pero nada ya defienden

Los antiguos erraron

Y su pensamiento ha caducado

Pues para ellos pensar

Era sinónimo de hablar

Mas para nosotros pensar

Solo es sinónimo de pensar,

Y al que por algún motivo habla

En seguida a callar se le manda.