jueves, 29 de octubre de 2009

Quizá algo forzado...

Fina ironía la que sufre
El autor que por su musa ha sido capado,
Y que no es capaz de narrar ya
Lo que la pasada noche ha pensado

Pudo haber escrito mil y un versos
Que hubieran derretido otros tantos lacrimales,
Que hubieran purificado a los perversos,
Y que hubieran adiestrado a los animales

Pero nada ocurrió así pues su musa ya no está
Y ya nada consigue inspirar
Al que en otro tiempo se pudo considerar
Como un autor, un creador de ideas,
Un narrador de sensaciones
O como, a un simple, conversor de inspiraciones

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bajo mi punto de vista, las musas nunca se van, tal vez se alejan pero tras su paso dejan inspiracion...y no se yo, pero normalmente se suelen tener mas de una musa...Se que la poesia no se toma literalmente;) Pero tal vez no se dio cuenta de que la partida de esa musa lo hizo escribir, algo qu da que pensar.
.Recuerdos de un viejo amigo.